02 Ene 2024
J enero, 2024

¿Hacia un nuevo ser humano?

Baltasar Rodero

Hace unos días, escuché una conferencia en la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, dictada por el Profesor Dr. de Francisco, sobre la Inteligencia Artificial; como todo lo que dentro de su profesión ejerce, el citado profesor, realizó un repaso desde el nacimiento de la IA, hasta la actualidad, de la mano de expertos como el Profesor Izpizua, de forma, además de sencilla, amable,… muy cercana, especialmente por la utilización de un lenguaje coloquial, para describir situaciones, aspectos o circunstancias muy complejas, pues todo es nuevo, además de distinto, y tan singular, que cuesta entender, o mejor digerir, cuestiones que están muy cerca del misterio; como el acercamiento al conocimiento íntimo de aparatos y sistemas de la persona, así como la metodología de visualización, tratamientos y manipulaciones. Un elemento del tamaño de una mínima gotita, dotado con luz propia, puede caminar por el torrente sanguino, ser dirigido, y lo más importante, que su meta, definida, sea la de colisionar y destruir a un enemigo. En cuanto a la parte osteoarticular, la robótica describe permanentes milagros, hechos para lo que no sirve una explicación sencilla, su manipulación, dirigida por un experto, puede dar la solución precisa, en fracciones de segundo, desde la distancia que sea, a un problema patológico cualquiera. También en el área terapéutica medicamentosa, al ser cada individuo singular, diferente, distinto, parece que no es lógico que a todos les pautemos el mismo antiinflamatorio, o el mismo antibiótico; se están abriendo las puertas a estudios genéticos y epigenéticos, que en este caso puedan servir como referencia, al clasificar o distinguir los pacientes, así como el medio diagnóstico, de tal forma que, si nosotros introducimos la información precisa, la IA nos permitirá discernir en segundos, miles y miles de placas o de pruebas analíticas, agrupando aquellas que cumplan con lo indicado, aunque el ojo del individuo, pueda aportar cierta labor de rectificación. Es enormemente interesante la posibilidad, de que una pantalla cercana a la entrevista médico paciente, recoja el diálogo que estos mantienen, y que con posterioridad se pueda estudiar, incluso para proyectos de investigación, si nosotros introducimos aquellas preguntas, que consideremos necesarias para el mismo.

En el amplio campo de la industria, se están dando pasos con la introducción de máquinas inteligentes, que ya vienen desarrollando, labores que siempre dependieron de los trabajadores; comenzaron por lo sencillo y rutinario, pasamos después a situaciones más complejas, que incluyeron movimientos de diverso tipo, pausas, e intervención de dos o más máquinas de forma simultánea, y cada día hemos ido avanzando más, hasta conseguir participar en todo aquello que signifique creatividad, porque la máquina ya está preparada, para responder a ruidos, movimientos, olores, colores, tipos de paisajes, gestos… dándonos aquellas respuestas, para las que fueron programadas, y que pueden ser de varios tipos o formas. Todo esto se amplía al turismo, cuyos paisajes pueden ser vividos, en toda su extensión, desde una  realidad virtual, como si estuviéramos en el lugar, sintiendo los olores, sabores y colores del espacio ambiental; o en la hostelería, donde las máquinas nos presentan en bandejas, aquellos platos que podemos tomar, y tecleando lo que deseamos, la máquina regresa sobre sus pasos, para recoger lo solicitado, y regresar al lugar de origen. Son de destacar la enorme importancia en la ganadería y especialmente en la agricultura, donde los drones sobrevuelan los espacios deseados, realizando catas del suelo, y estudiando composición, naturaleza, humedad y temperatura del medio ambiente, pudiendo señalar, el producto indicado para la siembra, así como el momento de esta.

Nouriel Roubini, economista de la Universidad de Nueva York, apodado como Dr. Catástrofe, en su libro recientemente publicado, “Megamenazas”, describe los diez riesgos en los que el planeta se ve envuelto, entre los que destaca; el populismo, las pandemias, la peor crisis de la deuda pública, las enormes tensiones geopolíticas que generan tantas muertes, miseria y soledad, la crisis climática que está cambiando la cara o expresión del mundo… destacando además, la distancia cada día mayor, entre el pensamiento biológico y sintético, esto, junto a que como el saber le trasportamos en el bolsillo, presume que nos vamos a ir convirtiendo en obsoletos, además de que la máquina estará cada día más cerca del individuo, convirtiéndonos en hombres máquina, “camino hacia una nueva especie humana, tipo biónica”, desapareciendo la que conocemos; esto podría significar el final del homo sapiens, aunque es posible que este nuevo ser, sea más sabio y compasivo, porque en nuestro criterio, si todas las culturas miraron siempre el más allá, corremos el riesgo según Henri Bergson, “de que si la humanidad no da una oportunidad al alma, al espíritu, quedará aplastada por el peso del propio progreso”.

Fuente: Dr. Baltasar Rodero, Psiquiatra, Santander 2024